Desde el año 1756 a la actualidad, el mundo ha atravesado por enormes cambios, y a pesar de todos ellos, hay un nombre que desde entonces ha permanecido intacto a lo largo de los siglos, y que ha sido nombre de elegancia y perfección: Riedel.
Generación tras generación, Riedel ha embellecido las vidas miles de personas, desde reyes y especialistas en vinos, hasta personas que sólo aprecian descubrir nuevos sabores. La delicadeza del fino cristal con el que se elaboran sus decantadores, copas y vasos, se une con la variedad de diseños únicos que potencian la experiencia de beber en ellos.
Maximilian Riedel, el CEO y líder de la 11va generación de la familia austriaca Riedel, quien viajó en exclusiva a México para ofrecer esta magna cata. Su familia ha cambiado la forma de beber y de disfrutar del vino, al diseñar copas específicamente para cada tipo de uva y para cada tipo de bebida, esto, junto con su magnética personalidad, fueron parte del éxito de este esperado evento. La estilizada fuente del lobby del hotel Marquis Reforma Hotel & Spa le dio la bienvenida a los más de 240 amantes del hedonismo que se reunieron el pasado 17 de febrero para ser parte de la cata más importante del año: La Experiencia Riedel 2024.
Bellamente decorado con manteles largos, manteletas, dos pantallas gigantes y las prístinas copas Riedel, el Salón Emperador, fue el espacio perfecto para vivir la magnificencia de esta cata. Ubicado al final de una hermosa escalinata, el salón es el más grande del hotel, perfecto para ser la sede de los eventos más importantes y con el sello de calidad del hotel Marquis.
Con vino, champaña y agua S. Pellegrino para refrescarse, los asistentes pudieron conocer algunas de las diferentes líneas de Riedel que se exhibieron, además de admirar las delicadas curvas de los decantadores. El agua S. Pellegrino fue perfecta para esta ocasión, pues al ser ligera, balanceada y con un suave toque mineral, tiene la propiedad de neutralizar los sabores que quedan en boca y contribuye a que el gusto no se sature entre un sorbo y otro, gracias a su origen mineral refresca al paladar y da una pausa entre cada prueba, preparándolo para disfrutar del siguiente vino sin interferencias.
En las mesas nos esperaban los vinos de Wagner, nacidos bajo la tibieza del sol y el clima fabuloso californiano, logrando capturar la esencia de los terruños y la calidez del ambiente. La combinación de Riedel con los vinos Wagner es irresistible, pues con estas copas se descubre sin interferencias el carácter del sabor de Napa Valley, que por su clima y la calidad de sus terruños, hace que sus vinos tenga un estilo muy particular y seductor.
Con miles de catas realizadas en todo el mundo con los mejores vinos de diferentes regiones, las copas Riedel han maravillado a las personas en cómo la copa ideal marca la diferencia en el arte de tomar vino, porque incluso los más excelentes vinos no logran desplegar todas las cualidades que los hacen únicos cuando se toman en la copa incorrecta. Otra de las características que las diferencia es que son totalmente transparentes, de forma que las tonalidades del vino se muestren sin distorsiones.
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