La comida tiene la capacidad única de capturar momentos en el tiempo. El celebre chef español Ferrán Adrià dijo: “La cocina de autor es poner tu personalidad en lo que haces, y ese sentimiento la convierte en algo distinto.” Cuando el arte culinario es elaborado con pasión, cuando se crea con el alma y se le invitarte amor, el resultado es magia.
Hay momentos que causan un impacto en nuestros sentidos, que se apoderan por completo de nuestro ser y nos transportan a mundos de placer… así es cada instante de la experiencia culinaria que se vive en el nuevo restaurante Piedra y Brasa.
Piedra y Brasa abrió hace unos días en el centro comercial Centtral en Interlomas, donde su fenomenal diseño mezcla elementos de naturaleza, piedra negra y luz natural para crear un ambiente sofisticado, relajado y seductor.
La cocina de Piedra y Brasa está enfocada en carnes y mariscos y utiliza parrilladas en horno de fuego directo a alta temperatura para resaltar plenamente las características y sabores únicos de los ingredientes. El horno español JOSPER es el arma secreta del restaurante, para integrar a la perfección los aromas del asado; el resultado son cortes cocinados a la perfección, servidos sobre una brasa caliente en la mesa donde continúa la cocción a nuestra elección.
La experiencia culinaria aquí comienza con un dip de frijoles molcajeteados con queso y totopos de tortilla azul. Disfrutando de un refrescante Aperol Spritz, me deleite con algunas de sus entradas estrellas, como el jugoso tuétano a la brasa con perejil y escamoles, el cual comemos en una tortilla de maíz hecha en casa.
Disfruté sumamente de los espárragos envueltos en carne con salsa dulce. Entre sus entradas también nos encontramos con manjares como el queso flameado con trompo, la alcachofa al carbón y las almejas a la mantequilla.
En esta joya culinaria tuve el enorme placer de degustar dos diferentes tipos de carne, las cuales son presentadas a la mesa para nuestra elección: picaña prime y New York. De la mas alta calidad y acompañados de diversas salsas mexicanas, los cortes, aromatizados con romero, fueron un festín de sabores. Acompañe las cranes con unos ricos elotes tatemados y guacamole fresco.
Para terminar con broche de oro disfruté del nutella crunch ice-cream cake; un pastel a base de helado con chocolate, crujiente, ligero y delicioso. El escenario de experiencias culinarias memorables, Piedra y Brasa es una oda al buen comer, buen beber y buen vivir.
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