Impactantes castillos, encantadoras ciudades, excelente gastronomía, hermosas playas, modernas metrópolis, una cultura e historia única… por esto y por mucho mas Francia es el país mas visitado del mundo.
La región de Bretaña, al norte del país, es de las más únicas e inesperadas. Aunque cuenta con ese encanto francés, Bretaña tiene su carácter propio. Fue un reino independiente, y sus fronteras están marcadas por fortalezas. El paisaje varía de páramos pacíficos y bosques prístinos a playas de arena aislada y dramático paisaje costero.
Es aquí donde nos encontramos con dos increíbles destinos: Fougeres y Vitré.
El Château de Fougères –Castillo de Fougeres – es uno de los castillos fortificados más grandes de Europa. El actual castillo data del siglo doce, pero fue construido a través de 400 años. Ha habido un castillo en Fougeres durante más de 1.000 años ya que este sitio fue aprobado por el Duque de Bretaña como el lugar perfecto para defender las tierras de Bretaña de los franceses.
El castillo feudal de Fougeres es un verdadero compendio de la arquitectura militar y consta de tres recintos cuyas paredes están salpicadas de torres: la más impresionante es la torre Melusina.
A unos minutos en coche de Fougeres está el Castillo de Vitré, luciendo como un sueño, sacado de un libro de fantasía.
Construido de madera sobre una foso feudal alrededor del año 1000 en la colina Sainte-Croix. El castillo fue incendiado en varias ocasiones, y finalmente fue legado a los monjes benedictinos de la Abadía de Marmoutier. A través de los siglos, una bella ciudad medieval creció alrededor del castillo. La ciudad de Vitre es pintoresca y alegre, llena de pequeños restaurantes y antiguas casas de madera, conservadas a la perfección.
Estas dos joyas de la rica historia de Francia son el perfecto ejemplo del sin fin de bellezas que nos encontramos en este increíble país, donde el pasado y el presente viven en armonía y logran siempre encantarnos con su magia.
