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  • Alexis Beard

Prince de Galles: Emblema de Paris


La grandeza de París es inspiradora, pero además de ser una ciudad grandiosa, también es intima. Sus barrios son como un mosaico de pueblos, y aunque que es una de las principales metrópolis del mundo -con toda la cultura y las instalaciones que lo acompañan- hay un verdadero sentido de comunidad en las tiendas, mercados y cafés locales. Debido a que cada pequeña "aldea" tiene su propio carácter evolutivo, podemos pasar una vida constantemente descubriendo y redescubriendo rincones escondidos de la ciudad.

La capital de la bella Francia recibió el sobrenombre de ‘Ciudad de Luz’ por haber sido la primera ciudad europea en dotar a sus calles y edificios más importantes con luz eléctrica. Siendo una de las ciudades más visitadas del mundo, su larga historia y su rico patrimonio cultural, gastronómico y social ofrece a un sin fin de viajeros el destino ideal. Miles de turistas, atraídos por fantásticos monumentos como el Arco del Triunfo, la Catedral de Notre Dame o la Torre Eiffel, así como por las obras de arte que posee el Museo del Louvre, recurren a esta fascinante ciudad para dejarse seducir por la vida parisina.

Paris también es conocida por un segundo nombre: ‘Ciudad del Amor’, un título que nace del encanto y romanticismo que desprende perderse por sus calles.

La mejor manera de descubrir esta emblemática ciudad es desde el lujosísimo Prince de Galles, ubicado en arrondisment número 8, a pocos pasos del Arco de Triunfo.

Inaugurado en 1928 en las antiguas canteras de Chaillot, el príncipe de Galles es una de las joyas art déco de la ciudad. El origen de su nombre es simple, construido para recibir a Eduardo VII, Príncipe de Gales e hijo de George V, que es también el nombre de la avenida en la que se encuentra, en el corazón del Triángulo de Oro.

Prince de Galles, legendaria joya del movimiento parisiense Art Deco, es un maravilloso hotel de cinco estrellas de la Luxury Collection. Sobrepasando cualquier expectativa, el hotel nos envuelve en un mundo le lujo y hedonismo, haciéndonos sentir como la realeza francesa de antaño.

Su famoso restaurante gourmet La Scéne sirve exquisita comida francesa en un entorno único y elegante, donde nos encontramos rodeados de una mezcla de moderna y clásica decoración. Este es un lugar de experiencias epicúreas y sofisticación atemporal.

En este hotel ícono del refinamiento se puede vivir una experiencia increíble: hospedarse en su Wellness Suite. La experiencia wellness de Olivier Lecocq se basa en la autenticidad de tratamientos personalizados, destacados por los productos naturales Unique Elixir Paris. Decorada con diferentes tonos de blanco, la Wellness Suite es un espacio privado y confidencial amueblado con una mesa de masaje, un baño de vapor, y una gran ducha de mosaico verde.

Ahora parte de The Luxury Collection de Starwood, Prince de Galles re-abrió sus puertas en el 2013 después de un período de dos y un medio años en el que se llevó a cabo una renovación completa – una obra de $100 millones de dolares supervisada por el maestro de lujo Pierre-Yves Rochon, cuyo trabajo reciente en el hotel Peninsula Shanghai y en el Savoy de Londres han ganado elogios.

Quedarse en el Prince de Galles es entrar a un mundo de glamour. El hotel abrió sus puertas en septiembre de 1928 y numerosas personalidades francesas e internacionales acudieron a su gran inauguración y rápidamente se convirtieron en invitados regulares, entre ellos Sir Winston Churchill, Lord Chamberlain, el Rey de Yugoslavia, Lily Damita y Marlene Dietrich.

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