Un buen vino, al igual que una verdadera amistad, es un regalo que perdura en la memoria, que nos deleita con su presencia y que embellece la vida. Para estar a la altura de cualquier ocasión los tintos son infalibles, especialmente cuando se trata de los de La Cava de Juan, la tienda especializada en que mi amigo Juan Bautista comparte los sabores de su España natal con la tierra que es dueña de su corazón. Aquí nos ofrece una gran variedad de vinos tintos, rosados, espumosos, blancos, verdes, de autor y ecológicos, licores ybrandy, anís, orujo y mezcal, productos finos como jamones y embutidos, además de cavas, vasos, accesorios y hasta un innovador escanciador para vino y sidra. Ya sea que se asista a una celebración, o que se trate de un regalo pa una persona especial, o simplemente para vivir un momento entre amigos, buena música y comida deliciosa, los vinos de La Cava de Juan son perfectos por su calidad reconocida a nivel mundial, como es el caso de los vinos Pradorey. Desde 1503, los vinos Pradorey han crecido con la fertilidad del río Duero y la mente visionaria de sus propietarios, siendo su primera dueña la reina Isabel la católica, y en 1600 se construye el Palacio de Ventosilla para comodidad del rey Felipe III, donde el dramaturgo Lope de Vega representara sus obras de teatro. En 1989 que la finca fue comprada por un ingeniero agrónomo que inicia la plantación de las primeras 200 hectáreas en sus ocho pagos: Hoyo Dornajo, La Mina, Prado del Rey, El Pino, Los Robles, Valdelayegua, Salgüero y La Recorba. Los vinos de Pradorey son fieles al terruño y tienen una intensa devoción a la innovación y la calidad, como en el caso de PRADOREY Finca Real Sitio de Ventosilla, que sólo se elabora en añadas excepcionales, y que acaba de ser galardonado con 93 puntos por Wine & Spirits, por lo que está considerado dentro de la mejores opciones de compras.
Las uvas Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Merlor de éste gran reserva crecen en 520 hectáreas a una altitud de 813 metros, y tiene una producción única de 20,039 botellas. Como todos los grandes tintos, el que llegara a nuestras manos requirió de una gran paciencia y de los mejores cuidados durante la vendimia y los 24 meses que pasó en barricas de roble francés. De paso elegante en boca, estructura compleja, final sabroso y postgusto aterciopelado, también es descrito como un tinto brillante de un hermoso color rubí, en el que destacan los aromas de fruta, compota, minerales y balsámico. Armonioso y grácil, su expresividad perdura en el paladar. El Buen Alfarero obtuvo 91 puntos Wine & Spirits, un vino 100 % artesanal con crianza de siete meses en tinaja de barro. Es un vino que sólo unos pocos privilegiados pueden probar, pues solo se elaboraron 1.614 botellas bellamente protegidas por estuches individuales de madera numerados a mano. Por la particularidad de su crianza, este vino es único a los sentidos. En boca es elegante, sabroso, mineral, aterciopelado y muy fresco. Combina la fruta roja con la negra, destacando los aromas afrutados y su color rojo violeta, con intensos matices azules. Estos vinos especiales sólo podían ser representados en México por un hombre igual de excepcional como lo es Juan, gran empresario, importador y sobre todo, amigo con un gran corazón.