Donde la costa guarda silencio: una estancia en Thompson Zihuatanejo
- Alexis Beard
- Jun 30
- 2 min read

En la curva más tranquila de Playa La Ropa, Zihuatanejo revela su lado más sofisticado. Thompson Zihuatanejo, parte de la colección Hyatt, se despliega entre palmeras, jardines y canales interiores con la calma de un refugio pensado para la contemplación. Frente al Pacífico, el hotel ofrece una versión refinada de la hospitalidad mexicana: íntima, precisa, atenta a los detalles y profundamente conectada con el entorno.
El diseño equilibra líneas limpias con materiales orgánicos. Las habitaciones y suites, 56 en total, incorporan piedra regional, madera natural, textiles artesanales y tonos cálidos que dialogan con la luz del trópico. Muchas de ellas cuentan con piscina privada tipo plunge pool o terrazas rodeadas de vegetación. Once suites Swim‑Up se abren directamente hacia un carril de nado compartido y ofrecen regaderas exteriores que amplifican la sensación de estar dentro del paisaje. Algunas suites dobles frente al mar funcionan como villas familiares con dos recámaras y vista panorámica sobre la bahía.

La vida fluye con suavidad entre espacios abiertos y rincones privados. Tres albercas dan ritmo al día: una exclusiva para adultos con borde infinito, otra para familias, y una más compartida entre las suites Swim‑Up. La playa, amplia y de arena clara, está equipada con camastros de madera, camas de día y sombrillas. El servicio llega hasta la orilla con discreción y puntualidad.
El corazón gastronómico del hotel está en el restaurante Ceniza. Su cocina explora técnicas de humo, leña y brasa con ingredientes frescos del Pacífico y productos de temporada. Pescados enteros, salsas tatemadas, vegetales al carbón y postres inspirados en recetas locales componen una carta que respeta la tierra y seduce sin artificios. A unos pasos, el club de playa HAO sirve desayunos ligeros, ceviches, cocteles al atardecer y cenas junto al mar, acompañadas por música en vivo y sets de DJ durante las noches cálidas.

El spa, de inspiración marroquí, ofrece tratamientos corporales con ingredientes locales, aceites aromáticos y técnicas de relajación profunda. El hotel también cuenta con un gimnasio climatizado, sala de yoga y clases privadas para quienes buscan mantener el movimiento. Desde el muelle o directamente desde la arena, es posible organizar paseos en kayak, paddleboard, excursiones en yate o sesiones de snorkel en la bahía.
El equipo de Thompson Zihuatanejo acompaña sin invadir. Cada interacción está pensada con precisión y calidez. Las experiencias se adaptan al ritmo de quien llega, sin urgencias. Se puede pasar el día entero en la suite, entre la hamaca y la alberca, o caminar hasta el centro de Zihuatanejo para explorar sus mercados, galerías y restaurantes frente al malecón.
Ubicado a tan solo 15 minutos del aeropuerto internacional de Ixtapa-Zihuatanejo, el hotel mantiene una atmósfera de aislamiento sereno, ideal para escapadas románticas, viajes de descanso o celebraciones privadas. Desde la arquitectura hasta el menú, desde el mobiliario hasta el saludo en recepción, todo en Thompson Zihuatanejo transmite una idea clara: aquí, la elegancia está en la calma.




Comments