La música de la carne cortada en rodajas finas en una placa de hierro perfectamente calentada y el aroma posterior lo convierten en uno de los platos locales más populares de Japón: el teppanyaki.
Teppanyaki es una forma de cocina japonesa que utiliza planchas de hierro para cocinar los alimentos. La palabra teppanyaki proviene de las palabras teppan que significa plancha de hierro y yaki que significa asado o frito. Fue creado en Osaka, Japón, por chefs que querían una manera más fácil de cocinar comidas grandes para personas con espacio limitado en el hogar.
Podemos disfrutar de esta magnifica tradicional culinaria en Onomura Santa Fe, la apertura más reciente del exitoso grupo restaurantero Onomura, con locales en Bosques de las Lomas, Interlomas y Prado Norte.
Más que un restaurante, es un deleite sensorial, donde la calidad y el amor son la materia prima. La filosofía de Onomura, que quiere decir “lugar de encuentro”, se basa en gozar de la alta gastronomía y compartirla en un espacio agradable.
Los platillos son llevados a la perfección, rindiendo homenaje a la tradición japonesa y brindando experiencias únicas a través de la innovación y amor a la perfección. Nos encontramos con platos fusión, como lo es el delicioso tiradito de salmón con yuzu, nigiri de atún con trufa negra, el huachinango dry miso y el sashimi de toro con trufa y aceite.
En Santa Fe, además de los espectaculares platillos que han hecho a Onomura famoso, desde sus nigiris hasta sus sashimis, nos encontramos también con teppanyaki, este espectáculo culinario donde los chefs demuestran sus habilidades en una increíble danza de cuchillos y fuego.
Podemos probar delicias espectaculares elaboradas en la plancha de teppanyaki, desde espárragos y hongos enokis a la mantequilla, hasta sabrosos tacos de pescado blanco con salsa de adobo enrollados en lechuga. La estrella de la plancha son los tacos de carne, exquisitamente preparados con salsa ajonjolí y una ponzu preparada – jugosos y perfectamente preparados.
Una vez que se prueban las delicias de Onomura, nada vuelve a ser igual. Cada bocado es la oportunidad de sumergirse en un nuevo mundo, es como descubrir los sabores de un paraíso servido en nuestra mesa.
