Una impresionante península privada de 1,400 acres en la costa norte de Costa Rica, rodeada de arenas blancas y playas vírgenes, Peninsula Papagayo destaca como un refugio tropical único y eco-sustentable.
Peninsula Papagayo es el retiro costero de América Latina por excelencia, que ofrece una cercanía inigualable a la naturaleza y aventura en uno de los países más pacíficos y biodiversos del mundo, Costa Rica. Es hogar a cuatro sitios del Patrimonio Mundial certificados por la UNESCO y personas amables y acogedoras que desean compartir su rica cultura.
Es un destino turístico muy popular y es el hogar del Four Seasons Resort Costa Rica, que incluye un campo de golf exclusivo de Arnold Palmer. La península también incluye una pequeña selección de viviendas y propiedades de lujo. Según el mandato del gobierno, el 70% de la tierra en la Península de Papagayo debe seguir siendo natural, garantizando que la belleza de la tierra no se pierda por el sobredesarrollo.
Como gran parte de Peninsula Papagayo permanece sin ser desarrollada, existen múltiples actividades al aire libre disponibles. Las actividades al aire libre incluyen pesca en alta mar, cruceros en barco, buceo de superficie, buceo, surf, windsurf, kayak de mar, rafting, tours en canopy, cabalgatas. También está cerca el senderismo en los Parques Nacionales de Costa Rica y visitar pueblos locales y sitios históricos en las áreas circundantes. El golf es una de las actividades más populares en la península.
El bello Four Seasons Peninsula Papagayo es el único hotel con 5 estrellas de Forbes en Centroamérica. Bordeadas por agua a ambos lados, todas las habitaciones tienen vistas a la bahía de Culebra o al golfo de Papagayo (algunas incluso tienen vistas de ambas) y un balcón privado desde donde se puede apreciar todo.
Y debido a su ubicación privilegiada, el complejo ofrece dos playas separadas para relajarse. Una es más orientado a la familia, con paddle y kayak. La otra, pasando tres piscinas diferentes, está hecha para la relajación, con docenas de loungers y cabañas repartidas en la arena dorada.
El resort acaba de ser renovado: la propiedad contemporánea frente al mar se ha refrescado de arriba a abajo con interiores del reconocido estudio de diseño Meyer Davis.
Para la parte gastronomica, podemos elegir entre cuatro lugares diferentes para saciar cualquier hambre. Bahía ofrece durante todo el día comida latinoamericana, mientras que el asador Caracol sirve almuerzos y cenas para satisfacer los antojos de cualquier carnívoro. Pesce nos consiente con manjares italianos.
Parte resort sofisticado, parte jungla primitiva, este paraíso privado posee uno de los paisajes más extraordinarios y corredores biológicos más diversos del planeta.
