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  • Alexis Beard

Casona de los Sapos


Conocida como ‘la Ciudad de los Ángeles’ por su belleza, la delicadez de sus callejuelas y la impresionante arquitectura de su centro histórico – cómo hecho por ángeles – Puebla es una de las joyas de México. Paseando por las calles coloniales de Puebla que nos cuentan muchas historias nos encontramos con hermosas edificaciones, y en el centro histórico nos topamos con un majestuoso hotel.

Vestigios de una residencia de monjas y una fábrica de mosaicos poblanos nos cuentan la historia de Puebla por medio de sus muros, fuentes y elegantes habitaciones. Un refinado portal al pasado, Casona de los Sapos, una preciosa unión de tres casas del siglo XVII, es un hotel boutique desde el que podemos deleitarnos con vistas al Centro Histórico de la ciudad desde sus balcones, o ver pasear a las personas por sus hermosas calles, o imaginarnos la vida de antaño al contemplas la plazuela y el patio interior.

La Casona de Los Sapos conserva el encanto colonial de su diseño, y en cuanto de entra, se respira un aire de relajación y comodidad, donde los huéspedes somos tratados con el calor de una familia amorosa. En tan sólo 16 habitaciones y 3 suites, se despliega el encanto de antaño, combinado con el lujo del presente, tecnología y los servicios más exclusivos, logrando una atmósfera única de confort.

Cada habitación del hotel está diseñada de forma particular y algunas suites cuentan con balcones hacia las hermosas calles del Centro Histórico, la Plazuela de Los Sapos y otras al espectacular patio interior de esta casona construida en el siglo XVII.

Un mundo de sofisticación y un portal al pasado, la Casona es además un espacio donde se promueve la cultura y el arte. Presentar, ofrecer y difundir la obra de artistas consolidados y emergentes de gran talento es el propósito de su Galería de Arte.

La gastronomía poblana, tan famosa y querida, hace gala en sus restaurantes. En su panadería Au Pain Chaud, se prepara pan artesanal, y sus orejas gigantes y el chocolatín francés son tentaciones que nos invitan a regresar, y todas las piezas están disponibles en los desayunos, comidas y cenas en Le Crapaud, otro de sus restaurantes, donde los platillos son una combinación de las gastronomía francesa e italiana. En el Maizal, cada platillo es un viaje por los sabores de México, en especial los poblanos, que resaltan la gama de colores, texturas y sabores únicos que tanto nos gustan.

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