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  • Melanie Beard

Jugando Golf en el Paraíso



La blanca espuma de las olas brilla bajo el caluroso sol de Los Cabos al crujir contra los imponentes riscos del campo de golf Quivira. Un espacio donde la belleza natural, el lujo y los placeres sensoriales se unen para crear momentos únicos, Quivira Golf Club es magia pura.


Concebido como una amenidad exclusiva para los propietarios de Quivira y los huéspedes de Pueblo Bonito Resorts, Quivira Golf Club cuenta con un diseño exclusivo de Jack Nicklaus de clase mundial con deslumbrantes vistas y asombrosas caídas desde el tee hasta la fairway.



Entre el mar, el desierto y el cielo azul de unos de los destinos mas fascinantes de México, este paraíso para los amantes de golf es un deleite para los sentidos. Desde el personalizado servicio, la excelencia culinaria de la Casa Club y la caprichosa belleza de este sinuoso campo, cada detalle refleja el lujo y la sofisticación que ha convertido a Quivira en un ícono de Los Cabos.


Inaugurado hace poco mas de cinco años, Quivira Golf Club se ha establecido rápidamente como uno de los mejores campos del mundo. Aquí, entre liebres, cactus y el rocío de mar, me dejé llevar por una belleza hipnotizante, que nos atrae con fuerza casi magnética y nos invita a perdernos en su inmensidad.



Para consumar la extraordinaria experiencia de golf, Quivira nos apapacha con su casa club, ubicada entre el tee de salida y el green 18. Esta atractiva casa club con vista al mar, con la altura aproximada de una palmera, yace directamente sobre la arena a corta distancia de las ondeantes olas del Pacífico.


Quivira toma su nombre de una antigua leyenda sobre la siete ciudades de oro. La historia está inspirada en el evento histórico en el que Mérida, España, fue conquistada por los moros en 1150 d.C. Cuenta la historia de siete obispos que huyeron con reliquias religiosas sagradas, con la esperanza de protegerlos de los moros invasores. Según la leyenda, cada uno de los siete obispos fundó ciudades en tierras lejanas. Una de las ciudades se llamaba ‘Quivira’ y se decía que las calles estaban pavimentadas con oro. Tal fue la promesa que marcó el comienzo de la Edad de Oro de la Exploración cuando exploradores como Coronado, Pizarro y Cortés cruzaron aguas inexploradas para descubrir el nuevo mundo.


Quivira Golf Club, situado sobre aproximadamente 749 hectáreas con cinco kilómetros de prístinas playas, es un tranquilo escaparate de hermosura infinita.




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