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  • Deby Beard

Recuerdos de Paris


Paris hace despertar sentimientos que no sabíamos que podíamos sentir, por eso es la ‘Ciudad del Amor’; no hay forma de no enamorarse de su encanto. No puedo dejar de volver a enamorarme de esta bella ciudad y las maravillas que alberga, entre ella sus impactantes hoteles:

InterContinental París Le Grand

Aquí hay lujo y elegancia por donde se mire, pero uno de sus mayores atractivos es su ubicación, pues ofrece una panorámica de la Ópera de París y está cerca del Museo del Louvre, así como de otros destinos turísticos.

Intercontinental Paris Le Grand es un hotel cinco estrellas que personifica el esplendor histórico. Posee una excelente ubicación, con rápido acceso al Arco de Triunfo de París y Torre Eiffel, así como a muy poca distancia del Edward VII Theater, la Ópera de París y Galeries Lafayette. En las cercanías también se encuentran Place de la Concorde y Palais Royal. Las vistas de sus habitaciones dan a la increíble Ópera, una vista única en toda la ciudad.

Cruzando el umbral del edificio histórico, completamente renovado, introduciéndonos en un mundo de exuberancia escarlata y dorado, nos encontramos envueltas en lujo InterContinental París enarbola los llamativos colores de la Ópera de París, construida algunos años después que el hotel, con la que comparte numerosos recuerdos, y algunos secretos.

Enclavado en un jardín de invierno de 800 metros cuadrados, el hotel fue inaugurado en mayo de 1862, y su más reciente renovación fue en 2003. InterContinental París Le Grand posee 470 habitaciones, dos restaurantes – el Café de la Paix y La Verriere- y un gimnasio con sauna y tratamientos de masaje.

El hotel, que fue el más grande y moderno de su época, siempre ha sido vanguardista, instalando el primer ascensor hidráulico de Francia. Su decoración de elegancia clásica alía las últimas tecnologías con la delicadeza de un antiguo edificio francés. Una obra de arte, InterContinental París Le Grand quedó por siempre impregnado en mi memoria.

Saint James Paris

Mitad castillo, mitad residencia familiar, es una mezcla grandiosa e íntima de clasicismo y de extravagancia. Muy parisino y decididamente fuera de la moda de hoy. St. James es difícil de definir, difícil de clasificar, lo que lo hace único.

En el lugar que ocupaba el primer aeródromo parisino, desde donde salían los globos aerostáticos, Madame Dosne-Thiers mandó construir, en 1892, una fundación en memoria del que fuera presidente francés, Adolphe Thiers. La Fundación Thiers cobijó, durante casi un siglo, a los estudiantes franceses más brillantes en esta magnífica residencia neoclásica. Hoy alberga el precioso hotel Saint James Paris.

Como viajar hacia atrás en el tiempo, en el corazón de uno de los barrios más elegantes de París, este edificio es actualmente el único palacio-hotel de la capital. Un lugar de excepción que abriga, además, el muy selecto Saint James Club. Este gran palacete burgués, rodeado de jardines privados, posee 48 habitaciones y suites, todas ellas diseñadas como si fueran habitaciones de huéspedes familiares.

El bar-biblioteca, con miles de obras, ofrece un marco íntimo y cálido que propicia las confidencias. El spa Gemology brinda tratamientos a base de piedras preciosas y la cocina la saboreamos en el bellísimo comedor heredado de la fundación. Cuando el clima es bueno, como lo es generalmente en Paris, la magnífica terraza es muy acogedora, con su decoración de globos aerostáticos que recuerda el pasado del lugar: el primer aeródromo de París.

Perteneciente a Relais & Châteaux Hotels, Saint James se ha convertido en un refugio de paz en pleno centro de la ajetreada vida parisina. Un lugar fascinante y diferente, Saint James Paris sobrepasa todas las expectativas.

Una ciudad histórica, excéntrica y seductora, Paris no falla en enamorar a los que nos aventuramos entre sus intrigantes callejuelas.

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