En la filosofía oriental, el árbol ‘Banyan Tree’ es símbolo de iluminación e inspiración, así como un refugio a los viajeros cansados. Como homenaje al descanso y la comodidad que proporciona la naturaleza, Banyan Tree adoptó su nombre para una cadena hotelera especial cuyos establecimientos ofrecen descanso y relajación diferentes destinos a través del mundo.
Los inicios de Banyan Tree se remontan treinta años, cuando los fundadores compraron una vasta extensión de tierras costeras en Phuket, Tailandia marcado por lagunas del azul de cobalto más intenso, sólo para descubrir que este bello color no provenía de la naturaleza, sino de la contaminación del inquilino anterior – una mina de estaño. En lugar de alejarse, se dedicaron a la limpiar los suelos ácidos mediante la plantación de más de 7.000 árboles. Al hacerlo, transformaron esta tierra ecológica en el ambientalmente sensible primer resort Banyan Tree en 1994.
Sus hoteles están localizados en los sitios más exóticos y paradisiacos del mundo, desde oasis tropicales como las Seychelles y Maldivas hasta grandes ciudades como Shanghái y Bangkok.
Dentro del chaos y la modernidad de los Emiratos Árabes, Banyan Tree vio la oportunidad de crear paraísos únicos. Ubicados en locaciones remotas, lejos de los rascacielos de Dubai y Abu Dhabi, los dos hoteles Banyan Tree en los Emiratos Árabes son un parada necesaria para todo viajero enamorado del camino.
Situado en el increíble Golfo Arábico, Banyan Tree Ras Al Khaimah Beach es un exclusivo resort de playa. Acunado en el enclave de Al Jazira Hamra, traducido como la Isla Roja, el resort es una mezcla seductora de arena fina, palmeras del desierto, el panorama del Golfo Arábigo y atardeceres en aguas azules.
Ras al Khaimah es uno de los siete emiratos que componen los Emiratos Árabes Unidos. Su nombre podría interpretarse como "promontorio de pequeñas cabañas", que puede atribuirse a los edificios antiguos que existían a lo largo de la costa. El emirato está en la parte norte de los Emiratos Árabes Unidos, con frontera a la península de Musandam de Omán.
Aquí, podemos elegir embarcar en un romántico crucero y pasar la tarde navegando por la bahía con botella de champán, fresas y crema. El Banyan Tree Spa cuenta con seis cuartos de tratamientos, un restaurante de playa, llamado Sands, que ofrece cocina internacional y mexicana y una alberca de borde infinito y solarium para disfrutar del ambiente del desierto.
Cada una de las villas 170m² emula las tiendas nómadas de la tribu beduina con techos de tiendas de campaña en forma de arco y postes de soporte de madera. Esto contrasta con la comodidad de los interiores y de las ventas de piso a techo que inundan cada villa con la luz. Cada villa también tiene su propia alberca y cabaña de playa, propiamente diseñados y orientados para que los viajeros pasen la noche viendo millones de estrellas en el oscuro cielo del desierto.
Para el viajero aventurero, los alrededores de Banyan Tree Ras Al Khaimah es ofrecen muchas oportunidades. Hay safaris a caballo y paseos en camello, clases sobre la flora y la fauna del desierto, así como tours especializados de observación de aves en el pozo de agua donde las aves y la vida silvestre se congregan. Incluso se puede cazar con halcones y búhos indígenas en una visita a las caballerizas de cetrería.
Al final de cuentas, Dubai y Abu Dhabi podrán tener sus horizontes de luces de ciudad y actividad que casi parecieran estrellas. Pero Banyan Tree Ras Al Khaimah Beach tiene toda la vía láctea.