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  • Deby Beard

Santa Margherita Wines


Durante una exquisita comida comprobé que los vinos predilectos para todo momento son los de Santa Margherita, que fueron presentados por el director internacional Giaccomo Marzotto. Detrás de sus sabores icónicos está todo el esfuerzo de su creador, Gaetano Marzotto, quien los nombró así en honor a la memoria de su esposa. Las diversas etiquetas de la marca se crean en Alto Adige, un lugar situado en Véneto Oriental, una vasta llanura donde nació el primer cinturón de cereales y viña de Roma. Se trata de un complejo agrícola de mil hectáreas que desde hace más de 50 años se ha dado a conocer por su vino icónico Pinot Grigio, dando paso a una nueva generación de vinos blancos italianos. En la bodega existen otras tres etiquetas destacadas, que son las que maridamos con ricos platillos en la Casa Quimera, localizado en el corazón de la Colonia Roma. La enorme casona de tiempos del Porfiriato se ubica justo en la esquina de Orizaba, y se caracteriza por sus tres pabellones especializados en comida orgánica, mercado gourmet y arte y cultura. Empezamos con una fresca ensalada de jitomates orgánicos, duraznos, burrata y pistaches, maridada con Santa Margherita Pinot Grigio 2016. Este blanco se elabora con uvas Pinot Grigio en la región Valle dell’Adige. Su hermoso color amarillo paja, se integra a con los colores de los vegetales, en tanto que su aroma intenso y su atractivo sabor a manzanas doradas, lo dotan de una gran personalidad y versatilidad.

Seguimos con un Risotto con hongos frescos y parmesano Reggiano, con Santa Margherita Merlot 2015, logrando una armonía sensorial. El color rojo rubí intenso y brillante de este tinto armoniza con los tonos ocres de los hongos. Su aroma amplio y persistente, fino y elegante, con notas de cerezas maduras y ciruelas sobre un fondo de vainilla, armonizan con los hongos y el sabor intenso del queso. En boca es seco, equilibrado, aterciopelado y con cuerpo, con taninos que están bien integrados con frescura. Lamole Chianti Classico Blue Label 2014 fue el compañero del plato fuerte, un salmón a la plancha con hongos de temporada y puré de chirivía y balsámico añejo. Tras una añejamiento de seis meses en barrica de roble y otros seis en barrica de roble francés, adquiere sus sabores distintivos y su color rojo rubí profundo. En boca nos reciben notas de frutos negros del bosque, flores dulces y especias. Sus uvas Sangiovese, Cabernet Sauvignon y Merlot, recuerdan los sabores clásicos de la campiña de Chianti, que siempre dejan una agradable sensación profunda. Para finalizar se eligió el vino Santa Margherita Prosecco Superiore para acompañarlo con un pay de queso de cabra con coco. Al ser un vino espumoso de aroma limpio y agradablemente afrutado, es perfecto para acompañar postres, especialmente por su recuerdo a manzanas y flor de durazno.

​Su capacidad de innovación, su desarrollo tecnológico, su calidad y su responsabilidad ambiental y social, son las características que desde su fundación en 1961 han situado a estos vinos como símbolo de un éxito sin límites que se disfruta en de 85 países.

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