Entre el sol, el mar y la fina arena blanca de la Riviera Maya se encuentra el paraíso. Un oasis inmerso en una plantación de cocos de 200 acres, con una playa privilegiada y un mar cuyos colores varían entre azul turquesa y verde esmeralda, Belmond Maroma Resort & Spa es la encarnación terrenal de la fantasía que nos llega a la mente cuando pensamos en el edén.
Desde las amplias terraza de las magnificas suites del Belmond Maroma se ven a olas acariciar gentilmente, casi con ternura, a la blanca arena de la playa. Este es un lugar donde el tiempo se detiene, suspendido en el caluroso aire del Caribe, estático y en perfecta armonía.
Este lujoso hotel tiene el compromiso se siempre ofrecernos “hospitalidad hecha a mano” que implica un servicio personalizado y detallista sin igual.Belmond Maroma Resort & Spa nació como la casa de un arquitecto que la cadena internacional convirtió hace trece años en un magnifico resort. Cada detalle ha sido considerado y cada instante planeado. Las sonrisas y la eficiencia del personal marcan la pauta para los hoteles de alta gama.
Su Restaurante, con una espectacular vista al mar turquesa del Caribe mexicano desde su terraza o interior se disfruta de la cocina regional. Durante el día están los antojitos mexicanos, que presentados en porciones pequeñas, éstos dan espacio a una larga degustación de aromas y sabores tradicionales, como los tacos de camarón estilo Baja California, pescadillas, panuchos y sopes, entre otras delicias.
La relajación, la paz y el placer son gran parte de la increíble experiencia de viajar y reflexionar. Es por esto que el mundo de los spas, del ‘wellness’, ha crecido tanto en los últimos años, haciendo énfasis en la importancia de la relación que tenemos con nuestro cuerpo y nuestra mente.
Esta delicada relación es explorada a fondo en el maravilloso Kinan Spa, en Belmond Maroma Resort & Spa, en la Riviera Maya. Este Spa fue construido tomando en cuenta los principios de la geometría maya. Alineado con las estrellas, este espacio crea un flujo de energía positiva, ofreciendo un gran rango de servicios basados en técnicas antiguas de curación maya.
La suave danza de las ramas de las palmeras que se mecen en la brisa del mar marcan la puta para un ritmo de vida desatado a la realidad, donde las horas y los días fluyen dulcemente, envolviéndoos en mundos de paz y relajación perfecta.