Una de las rotondas más irónicas de la Ciudad de México, la Fuente de Cibeles es una fiel réplica de su homónima en Madrid, España, instalada en 1980 como gesto de amistad entre España y México. Situado en la Plaza Villa de Madrid, dentro del moderno barrio de la Condesa, simboliza los vínculos culturales e históricos entre los dos países.
Con vista a esta hermosa fuente, el nuevo restaurante Onomura esta conquistando los corazones de locales y viajeros. Abrió sus puertas en Cibeles con una oferta culinaria única e infinitamente seductora. El quinto restaurante de esta exitosa cadena, aquí nos podemos deleitar con los sabores que tanto amamos de Onomura, en un ambiente innovador, repleto de hedonismo.
El diseño del nuevo Onomura luce algunos aspectos diferentes a sus restaurantes en Bosques, Interlomas, Prado Norte y Santa Fe. Con un ‘look’ más gótico, el restaurante sorprende con el uso de piedra negra volcánica de Puebla, la cual decora el piso, las paredes y el techo, creando una ambiente casi místico.
En este espacio culinario singular los protagonistas son los nigiris – desde los clásicos de salmón, atún, ikura y hamachia, hasta las innovadoras creaciones con foie gras, trufa, yuzu y wagyu, cada uno es un manjar inolvidable. Elaborados a la perfección y con los ingredientes más frescos posibles, estos pequeños deleites son todos exquisitos.
Otro imperdible manjar son los hongos enoki, preparados a la mantequilla y todavía burbujeantes al llegar a la mesa en un plato caliente. Sedosos y suaves, son un portal al Japón, ya que estos deliciosos hongos son icónicos de ese exótico país.
Un paraíso para los que somos amantes de la gastronomía japonesa y las mezclas y juegos que se pueden hacer entre ella y la comida mexicana, Onomura siempre logra una complejidad, elegancia y frescura en todo sus platillos que siempre nos deja con ganas de más. En Cibeles, este edén culinario conquista nuestro paladar y corazón.
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