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  • Alexis Beard

Edén Gastronómico



Ferran Adrià dijo que “la cocina es un lenguaje mediante el cual se puede expresar armonía, felicidad, belleza, poesía, complejidad, magia, humor, provocación, cultura.”


Este lenguaje universal nos transmite mundos de sensaciones, apoderándose de nuestros sentidos y sumergiéndonos en placer hedonista sin igual. Elocuente en este seductivo lenguaje, el Chef Wolfgang Becker expresa su pasión por el arte culinario en cada exquisito bocado.


Wolfgang Becker, posiblemente el único chef del mundo galardonado con una estrella Michelin que también es enólogo de formación, dirige con éxito un hotel de diseño y lleva a cabo las tres funciones con el mismo grado de pasión: chef, vinicultor y hotelero.


Wolfgang ha trabajando en el viñedo de su familia desde que era un niño. Después de un aprendizaje como viticultor y chef, el nativo alemán trabajó como chef en varios restaurantes de hoteles con estrellas Michelin en toda Alemania, como Restaurant Scheid, Altes Badhaus, Restaurant Imperial y Restaurant Schwarzwaldstube.


En 1995, volvió a trabajar en el hotel de su familia, BECKER’S Hotel & Restaurant, antes de heredar oficialmente la propiedad de sus padres en 1997. Wolfgang introdujo una gran transformación y convirtió su hotel en uno de diseño, con influencias Bauhaus. El restaurante gourmet dentro de su hotel tuvo dos estrellas Michelin desde 2009 y es ahora uno de los escenarios culinarios más seductores del país.


Este encantador hotel cuenta con dos restaurantes. El restaurante Gourmet luce en todo su esplendor y es el perfecto escenario para la magia culinaria del Chef Becker. Wolfgang Becker combina su arte preciso con una creatividad fresca.



Weinhaus fue diseñado por el padre de Wolfgang como un gran barril hogareño y la bodega abovedada contigua ofrece un ambiente rústico y tradicional, el cual contrasta completamente con el diseño minimalista del restaurante gourmet. La variedad de los platos crea un vínculo: de una comida de casa de campo al más alto nivel contemporáneo.


Ubicado en el tranquilo distrito de Olewig ofrece las condiciones ideales para un estimulante recorrido por la ciudad de Trier – conocida por sus impresionantes ruinas romanas. Aquí, nos rodean exuberantes viñedos y, sin embargo, el centro de la ciudad, la con su sinfín de maravillas, desde la Porta Nigra hasta la Basílica de Constantino, están a solo unos minutos de distancia.


La fachada geométrica de roca volcánica del hotel y las amplias ventanas parecen irradiar calidez en la noche. Mediante el uso de piedra y madera, la propiedad parece anidar en su entorno. Los bloques de basalto gris también forman un motivo recurrente dentro del hotel, sus patrones que varían sutilmente le dan al diseño una atemporalidad dinámica pero verdaderamente clásica.


Este bello hotel pertenece a Design Hotels, una fantástica colección dirigida a viajeros que buscan experiencias hoteleras inmejorables en términos de concepto, diseño y arquitectura.



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