Moonbass Lounge: un despegue sensorial en la CDMX
- Deby Beard
- 3 days ago
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En lo alto del piso 25 del hotel W, un portal se abre hacia otra dimensión: Moonbass Lounge, un bar suspendido entre la ciudad y la luna, entre el ritmo de un vinilo y el eco del deseo. Al cruzar sus puertas, se deja atrás el ruido cotidiano para flotar en una atmósfera donde la penumbra, la música y la alquimia líquida dictan las reglas.
La estética es envolvente: luces que se deslizan como neblina estelar, mobiliario que se funde con las sombras, copas que centellean como satélites. Todo parece flotar en un equilibrio delicado entre lo onírico y lo tangible. El aire, impregnado de misterio y mezcal, invita a bajar la guardia y dejarse llevar.
La carta líquida es un laboratorio lúdico y elegante. El Moon Martini, etéreo y seductor, juega con coco y vodka como si se tratara de un eclipse en la boca. El Luna en el Mar, con su espadín y su toque de Amaro, rompe como una ola exacta. Y el Wallbanger Milk Punch ofrece una textura aterciopelada que se queda en la memoria como un sueño apenas recordado.

La música es el corazón del lugar. Los vinilos giran como planetas y cada track traza una órbita distinta, guiando a los presentes por un viaje sensorial donde el tiempo se diluye. Aquí no se viene a ver ni a ser visto, sino a sentir, a escuchar con el cuerpo, a dejarse envolver por un ritmo que parece flotar más allá de las paredes.
La propuesta gastronómica acompaña con igual intención. El sashimi de sandía, inesperado y vibrante, refresca como un cometa. El camarón envuelto en hoja de arroz, con chile fermentado, cruje y enciende. Y quienes buscan profundidad encuentran en la tártara de res o en el salmón trufado una respuesta compleja y satisfactoria.
Moonbass Lounge es un lugar para soltar el ancla. Íntimo pero expansivo, rebelde y refinado, esconde en su oscuridad una luz propia. Una experiencia que no se grita, se susurra. Y que al final de la noche, deja en el paladar —y en el alma— la sensación de haber estado, aunque sea por un instante, un poco más cerca de la Luna.

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