The St. Regis Bal Harbour Resort, que ejemplifica la sofisticación exclusiva de St. Regis, es el impresionante resultado de una colaboración entre Starwood Hotels and Resorts y Sieger Suarez Architectural Partnership.
Este magnifico hotel, inaugurado en enero de 2012, incorpora elementos de diseño abierto que fluyen y una estructura que representa South Florida con distinción. Mientras tanto, la decoración es la visión de los célebres diseñadores de interiores de Yabu Pushelberg.
Recordando a Morris Lapidus, el legendario arquitecto del Miami moderno neobarroco, y al glamour de la ciudad en la década de 1960, que atrajo a visionarios como Frank Sinatra y Jackie Gleason, St. Regis ha incorporado una variedad de colores suaves y modernos, unas texturas ricas al tacto, materiales poco comunes, como madera de Movinque, de África occidental y un mármol único, Chinese God Flower Stone, y obras de arte originales.
La mas reciente adición al hotel es el exquisito restaurante Atlantikos.
Evocando el contraste de azul brillante y blanco de Santorini, Atlantikós se destaca por su auténtico ambiente de restaurante griego. Este restaurante en el interior y al aire libre, diseñado por Michael Wolk Design Associates, cuenta con asientos en el bar y en el lounge.
Aquí nos deleitamos con un delicioso meze, como pulpo a la parrilla preparado con Fava Santorini, escabeche de hinojo marino, alcaparras y cebollas caramelizadas, y queso Manouri de Greneva asado con miel y polen. Los auténticos platos principales incluyen Marakrounes, pasta casera griega de la isla de Kárpatos, con salsa de tomate, aceitunas kalamata, albahaca fresca y queso kefalotyri, y una tradicional musaca horneada preparada con carne picada, rodajas de berenjena asada, papas y queso gruyer de la isla de Naxos. Ninguna comida está completa sin el halva de sémola, un postre tradicional con pasas, piñones, mermelada de naranja y yogurt helado griego.
La magnifica cocina de este bello lugar, liderada por el Chef Anastasios Chasekioglou, nos transportó a días soleados bajo el sol de las islas Griegas. A través de los sentidos viajamos de regreso a sus empinadas calles blancas y resplandecientes mares turquesas.