Cuando las estaciones cambian, las formas y los colores de Vignamaggio transforman. Las fragancias del bosque Tarta impregnan el aire fresco de la primavera a la salida del sol, las puestas del sol cambiando los colores del cielo de verano para que combinen con el rosa característico de la villa. Invierno envuelve lentamente la finca en un silencio tranquilo, mientras la nieve cubre los viñedos.
Villa Vignamaggio es una de las más bellas villas renacentistas de Chianti, de hecho, en toda la Toscana.
Una granja del año 1404, Vignamaggio ha cultivado la vid y la producción de vino desde hace más de 600 años. Abierto al público desde 1987, la vivienda histórica ofrece un alojamiento de primera clase con habitaciones, suites y apartamentos en caseríos de la finca.
A mitad de camino entre Florencia y Siena, la finca de Vignamaggio se extiende por más de 200 hectáreas en las colinas de la región de Chianti Classico. Con divinas vistas a un paisaje de campo, a bosques, a viñedos y a antiguas aldeas esparcidas por las colinas de los alrededores, esta finca toscana es un hotel de primera.
Villa Vignamaggio hace su primera aparición documentada a principios del siglo XV como una propiedad vinícola de la familia Gherardini. Los Gherardini eran una familia noble de la Toscana, cuyo nombre deriva de la de Gherardino di Ottaviano di Uguccione, documentado en el XII siglo y descendiente de la familia Adimari que se originó en la época carolingia. Ellos construyeron su castillo en Montagliari cerca de Panzano en una colina que domina el valle del río Greve. Desde esta posición a menudo asaltaban comerciantes en su camino a Florencia. En 1302, las autoridades florentinas, finalmente, decidieron poner fin a esta actividad y sitió el castillo. Después de una larga y dura batalla, el Gherardini fueron derrotados, pero en lugar de ser asesinados o encarcelados simplemente se vieron obligados a pasar al otro lado del valle de Vignamaggio donde se construyó la primera parte de la Villa Vignamaggio.
En el centro de la finca se encuentra la villa renacentista, rodeada de jardines de estilo italiano, donde los espacios entre las hileras están llenos de cipreses, viñedos y olivos. En todos los lados, el bosque se mezcla con las tierras de cultivo, donde desde hace cientos de años se ha trabajado la tierra. En el borde del bosque o entre los viñedos, se puede vislumbrar antiguas casas de piedra, antiguamente las casas de los granjeros.
Ubicado entre las colinas donde el río Greve surge y se divide, situado entre cipreses y arroyos, Vignamaggio ofrece alojamiento de alta calidad en un ambiente agradable y acogedor. El hotel se teje en un paisaje rural, ofreciendo una privacidad y paz inigualable, donde podemos conocer el verdadero significado de ‘dolce far niente’.
Además, aquí podemos gozar de una increíble experiencia gastronómica. Su restaurante Monna Lisa se enorgullece de una cocina tradicional de la Toscana con un toque contemporáneo. El menú de temporada se basa en lo que se aprovecha todos los días de la Pomario, su huerta orgánica junto al Jardín italiano. Sólo usan proveedores locales de carne certificados y su carne proviene de granjas que tratan al medio ambiente y a los animales con respeto.
Su filosofía ‘de la granja a la mesa’ y el respeto por la estacionalidad son los factores clave a la hora de decidir lo que sirven en Mona Lisa, qué ingredientes que utilizan y que los suministra en Vignamaggio.
Además, sus vinos son increíbles. El Chianti Classico DOCG Terre di PRENZANO es un tradicional Chianti Classico y se produce exclusivamente a partir de uvas Sangiovese. Se envejece durante un año aproximadamente en 20 a 40 barriles de roble hectolitro, y finalmente en botella durante aproximadamente 3 meses.
El Chianti Classico DOCG Gherardino, en cambio, se produce a partir del 80-90% y 10-20% Sangiovese Merlot. Después de las fases de cosecha y vinificación, es envejecido en barricas de roble 15-20hl durante unos 16-20 meses y finalmente en botellas durante al menos tres meses. Este es el vino clásico de la casa por excelencia, y por lo tanto está dedicado a la familia Gherardini, que construyó Vignamaggio en el siglo XIX.
