Mar del Zur se localiza en la propiedad más significativa de Polanco "Casa Domit", en la famosa avenida Emilio Castelar. se construyó en 1945, catalogada por el Instituto Nacional de Bellas Artes, y construida por Antonio Domit Dib con el proyecto del arquitecto Shafick Kaim.
Mar del Zur es un restaurante con ambiente íntimo, y que ha sido formado por los lazos familiares de amor y compromiso. La historia comenzó en Acapulco en 1977 con Susana Palazuelos, famosa banquetera y autora de libros especializados, quien es la madre de Eduardo Palazuelos.
El talentoso chef del mar de sur, plagado de sabores que se ubica en la famosa Casa Domit, resguarda la herencia gastronómica que le ha sido heredada y a la que ha ampliado con su visión única, adquirida a través de sus viajes y estudios por el mundo.
Tal como Susana, Eduardo se ha encargado de preservar los sabores mexicanos, además de impulsar el uso de productos locales. El toque personal de Eduardo consiste en su fusión de estos ingredientes con las técnicas ancestrales, y con los sabores de la ruta que recorría La Nao de China desde el sureste Asiático, América del Sur y México.
De esta mágica unión surge una nueva propuesta que resalta los sabores de las carnes y los mariscos, como los Camarones sol y sombra, bañados con salsa de mango al jengibre y tamarindo al chipotle, arroz y plátanos fritos.
Detrás de cada platillo de Mar del Zur hay un complejo trabajo en equipo, liderado por Francesca, la directora del restaurante. Junto a Eduardo, se cerciora de que los comensales se sientan como en casa, diseñando menús para eventos especiales basados en el gusto de los comensales y en los licores con los que se brindará.
Durante las catas que se organizan mensualmente en el restaurante, se busca que los invitados se adentren al mundo de sabores de los vinos y la gastronomía, explicando los ingredientes de cada platillo y su maridaje con el vino.
El restaurante tomó su nombre de la forma en que se denominaba al Océano Pacifico, el Mar del Zur, escrito con una z en los mapas del siglo XVI por ser una etimología latina. La ambientación está inspirada en suaves tonos que inspiran tranquilidad, como las aguas de un mar tranquilo, y muestra detalles inspirados en las láminas del explorador, dibujante, arquitecto y aventurero Frederick Catherwood. No por nada, su eslogan es: Una Travesía Culinaria.